El DMSA, o ácido dimercaptosuccínico, es conocido por ser un potente agente quelante. Esto significa que este es capaz de fijarse a ciertos elementos metálicos para formar un complejo estable, que podrá ser fácilmente eliminado por vía urinaria. Ampliamente utilizado, este procedimiento de quelación permite especialmente desintoxicar el organismo de ciertos metales pesados como el mercurio, el plomo, el arsénico o el cadmio. Por otra parte, esta es la razón por la que a menudo se utilizan tratamientos a base de DMSA en caso de intoxicaciones por metales pesados.