Los mejores suplementos para el COVID-19|Los mejores suplementos para el covid-19|Los mejores suplementos para el COVID-19|SIBO: Tratamiento|Los mejores suplementos para la COVID-19

Los mejores suplementos para la COVID-19

He dudado mucho en publicar este artículo, porque es un tema delicado y conflictivo. Pero si lo hago es para dar respuesta a tantas y tantas preguntas que me llegan sobre este tema. ¿Sirve de algo tomar suplementos naturales para prevenir e incluso para tomar durante la infección por el SARS-CoV-2? ¿Cuáles son los mejores suplementos? No voy a entrar al manejo médico de la COVID-19 grave, ni siquiera en las vacunas. Este artículo tiene el objeto de compartir datos, y mis consideraciones, sobre el uso de suplementos o complementos alimentarios que podrían (o no) ser de alguna ayuda en la prevención o tratamiento de la COVID-19.

 

Hábitos de vida saludables, lo importante

Los hábitos de vida saludables son, sin lugar a duda, los que verdaderamente van a ejercer un cambio en tu organismo para mejorar tu salud, tu estado inflamatorio y tu estrés oxidativo (situaciones que se han relacionado con la COVID-19 grave). Mejorar los hábitos es la mejor ayuda para que nuestro sistema inmune estés lo más fuerte posible (dentro de las posibilidades de cada un@) para hacer frente a cualquier agente patógeno que nos infecte (no solo el SARS-CoV-2). Evitar hábitos tóxicos como el alcohol o el tabaco. Reducir la toma de fármacos innecesarios. Y realizar ejercicio físico, alimentación saludable, suficiente descanso, respetar los ritmos circadianos, gestión del estrés, contacto con el sol y la naturaleza; son los cambios que necesitas incorporar en tu vida, para conseguir más salud. Teniendo esto claro, es ahora cuando se puede plantear la pregunta: ¿tomar algún suplemento, puede ayudar a prevenir o mejorar la infección del SARS-CoV-2?

Los suplementos: lo que dice la ciencia

A continuación, voy a hacer una recopilación de ensayos clínicos (la mayoría) en pacientes con COVID-19 con la ingesta de diferentes suplementos o complementos dietéticos. Es importante tener en cuenta que el SARS-CoV-2 es muy reciente y, por ello, existen muy pocos estudios específicos sobre él. Además, puede que haya otros suplementos, otras dosis u otras formas de administración que podrían ser más o menos eficaces frente a la COVID-19. La ciencia nos aporta ideas de tratamiento, pero siempre que hay que pasarlo por el filtro del sentido común. Ni todo es ciencia, ni todo vale.

Vitamina D

  • Pacientes de edad avanzada en fase de recuperación tras COVID-19 que se les administra 2000 UI/día de vitamina D3 vs placebo durante 6 semanas. Se consigue una reducción en los indicadores de daño muscular, “lo que finalmente puede contribuir a mejorar el estado de salud y la calidad de vida de los pacientes que han padecido COVID-19, durante el proceso de recuperación” (Caballero-García et al., 2021).
  • Pacientes con COVID-19, con valores de vitamina D en sangre menores de 30 mg/mL, se les administró 25 μg de 25(OH)D3 (calcifediol) o placebo, diariamente durante 60 días. Se consigue una mejor función inmunitaria al incrementar el porcentaje de linfocitos en sangre (Maghbooli et al., 2021).
  • Pacientes con COVID-19 hospitalizados, se les administró 0,25 μg de 1,25(OH)D3 (calcitriol) vs control (no placebo). Se observa una reducción significativa de necesidad de oxígeno (Elamir et al., 2022).
  • Personas mayores que padecen COVID-19 que tomaron previamente 50,000 IU de vitamina D al mes, o 80,000 IU o 100,000 IU o 200,000 IU vitamina D cada 2–3 meses, o suplementación diaria de 800 IU. Más porcentaje de supervivencia en aquellas personas que tomaron vitamina D comparado con los que no la tomaron (Annweiler et al., 2021).
  • Personas hospitalizadas por síntomas leves o moderados de COVID-19, tomaron suplementación durante 2 semanas de 5.000 o 1.000 UI de vitamina D. La suplementación oral diaria de 5000 UI de vitamina D3 durante 2 semanas reduce el tiempo de recuperación de la tos y la pérdida sensorial gustativa entre los pacientes con un estado subóptimo de vitamina D. "Se recomienda el uso de 5000 UI de vitamina D3 como terapia adyuvante para pacientes con COVID-19 con un estado subóptimo de vitamina D" (Sabico et al., 2021).
  • Pacientes con COVID-19 se les administró 60.000 UI de vitamina D durante 8 o 19 días, en función de su índice de masa corporal, comparado con un grupo control (no placebo). Se observa una reducción de marcadores inflamatorios asociados al COVID-19, sin efectos secundarios (Lakkireddy et al., 2021).
  • Pacientes hospitalizados con COVID-19: se les administró 1 única dosis de 200.000UI de vitamina D vs placebo. No se observan diferencias en los días de hospitalización (Murai et al., 2021).

Omega 3

  • Pacientes con COVID-19 tomaron 2 g de EPA+DHA vs placebo, durante 2 semanas. Los pacientes que recibieron omega 3, tuvieron una mejoría más rápida de síntomas (dolor muscular, fatiga, apetito). Además, menores niveles de PCR (proteína C reactiva) y ESR (tasa de sedimentación eritrocitaria) (Sedighiyan et al., 2021).
  • Pacientes críticos con COVID-19 tomaron un suplemento con omega 3 (200mg DHA + 400mg EPA) durante 15 días). Mejoró los niveles de varios parámetros de función respiratoria y renal (Doaei et al., 2021).

Vitamina C

  • Pacientes hospitalizados críticos con COVID-19 recibieron un suplemento de vitamina C de 500 mg al día durante 14 días, vs control (no placebo). Se observó más supervivencia, aunque no se observaron diferencias en la glucosa en sangre, presión arterial, gases en sangre arterial, escala de coma de Glasgow, función renal, hemograma, hemoglobina, plaquetas, tiempo de tromboplastina parcial, albúmina, hematocrito y electrolitos séricos (Majidi et al., 2021).
  • Pacientes con COVID-19: tomaron durante 10 días vitamina C (8.000 mg), gluconato de zinc (50 mg) o ambos, o control (no placebo). No se observan diferencias (Thomas et al., 2021).

Glutamina

  • Pacientes con COVID-19, tomaron 10 g de glutamina, 3 veces al día, durante 5 días, vs control (no placebo). Se observó reducción de niveles de interleucina-1 β, hs-CRP, y factor de necrosis tumoral-α, e incrementó significativamente el apetito (Mohajeri et al., 2021).
  • No es un ensayo clínico, pero aquí cito una interesante revisión del papel que juega el déficit de glutamina en el COVID-19 severo: Matsuyama et al. 2021.

Melatonina

  • Pacientes con COVID-19 recibieron 10 mg de melatonina vs control (no placebo). La melatonina ayudó a reducir trombosis, sepsis y mortalidad (Hasan et al., 2022).
  • Revisión de ensayos clínicos sobre la eficacia de suplementación de melatonina en casos de COVID-19. Las dosis utilizadas fueron: de 3 mg de melatonina, 3 veces al día, o bien, 3 o 6 mg al día antes de ir a dormir. Los pacientes que recibieron melatonina tuvieron una tasa de recuperación clínica más alta que los controles, un menor riesgo de ingreso en la UCI y menor riesgo de mortalidad (Lan et al., 2022).

N-acetil-cisteína

  • Pacientes con COVID-19 severo recibieron 21 g de N-acetil-cisteína (NAC) de forma intravenosa, durante 20 horas, o placebo. No hubo cambios en la evolución (de Alencar et al., 2021).

Lactoferrina

  • Pacientes con COVID-19 leve o moderado, tomaron 200 mg de lactoferrina al día; otro grupo 200 mg de lactoferrina 2 veces al día, durante 7 días, vs control (no placebo). No se observan mejorías en síntomas ni en marcadores de laboratorio con la toma de lactoferrina (Algahtani et al. 2021).

Zinc

  • Pacientes con COVID-19 con pérdida de olfato (anosmia) o reducción de olfato (hiposmia), tomaron 220 mg de sulfato de zinc (equivalente a 50 mg de zinc elemental), dos veces al día, vs grupo control (no placebo). No hubo diferencias en la recuperación del COVID-19, pero la suplementación con zinc permitió una recuperación más rápida de la función olfativa (ver imagen). "Aunque el estatus de zinc de los pacientes con COVID-19 no mostró un papel importante en el desarrollo de anosmia y/o hiposmia o gravedad de la enfermedad, la terapia con zinc puede tener un papel importante en la reducción de la duración de la recuperación del olfato en esos pacientes sin afectar la duración total de la recuperación de COVID-19" (Abdelmaksoud et al., 2021).
  • Pacientes con COVID-19, tomaron 10 días con gluconato de zinc (50 mg), vitamina C (8000 mg), o ambos, o nada. No se observan diferencias (Thomas et al., 2021).

Curcumina

  • Son varios los ensayos clínicos que se han llevado a cabo con la administración de curcumina en pacientes con COVID-19. La suplementación con curcumina en pacientes con COVID-19, logró una "disminución del tiempo de resolución de varios síntomas comunes de COVID-19, como tos, escalofríos, mialgia, taquipnea, anosmia y mejoría en los recuentos de linfocitos. Además, el tratamiento con curcumina disminuyó la expresión de ARNm y la secreción de algunas, pero no todas, las citoquinas proinflamatorias involucradas en el efecto de tormenta de citoquinas". La mayoría de los ensayos, se han llevado a cabo con la administración de 160mg (repartidas durante el día) de nanopartículas de curcumina (Vahedian-Azimi et al., 2022)

Probióticos

  • Suplementación con una mezcla probiótica (Lactiplantibacillus plantarumKABP022, KABP023, y KAPB033, Pediococcus acidilactici KABP021), o placebo, durante 30 días, en pacientes con COVID-19. El probiótico redujo carga viral nasofaríngea, infiltrados pulmonares y duración de síntomas digestivos y no-digestivos (Gutiérrez-Castrellón et al., 2022).
  • Pacientes hospitalizados por COVID-19; se les aportó una mezcla probiótica de 8 cepas vs grupo control. El probiótico consiguió una mejora significativa en las condiciones clínicas de los pacientes (d'Ettorre et al., 2020).
  • Se han publicado algunos ensayos más (Xavier-Santos et al., 2022) y varios están en proceso de elaboración o publicación. Como ejemplo, el ensayo clínico que han llevado a cabo mis compañeros de IVADI, en el Hospital de Sagunto (Cortés et al.), que está en proceso de publicación. Un suplemento con una mezcla probiótica: Bifidobacterium longum ES1, Bifidobacterium lactis CBP-001010 y Lactobacillus rhamnosus CNCM I-4036, consiguió mejoras en pacientes con COVID-19. Actualizaré los detalles cuando se publique el artículo.

Combinaciones

  • Pacientes con COVID-19 tomaron 25.000 IU al día de vitamina A, 600.000UI de vitamina D en 1 sola dosis, 300 UI dos veces al día de vitamina E, 500mg 4 veces al día de vitamina C, y 1 cápsula al día de un complejo de vitaminas del grupo B, durante 7 días. Comparado con controles (no placebo). Se observa una mejora de la respuesta inflamatoria y una reducción de la severidad de la enfermedad en pacientes en UCI por COVID-19 (Beigmohammadi et al., 2021).

Plantas o productos naturales

  • Pacientes con síntomas ligeros de COVID-19, tomaron 500 mg 2 veces al día, de aceite de comino negro (Nigella sativa) durante 10 días, vs control (no placebo). La suplementación se asoció con una recuperación más rápida de los síntomas (Koshak et al., 2021).
  • En un ensayo clínico, en pacientes hospitalizados con COVID-19, compararon el efecto del extracto de própolis verde de Brasil, en dosis de 400 mg al día, 800 mg al día, o grupo control (no placebo). El grupo control estuvo 12 días en el hospital de media, mientras que el grupo de dosis alta de própolis estuvo 6 días, y el grupo de própolis baja estuvo 7 días (Silveira et al., 2021).

En una revisión sobre el uso de plantas y productos naturales frente a la COVID-19, se muestra cómo algunos como el própolis, el regaliz y el comino negro han mostrado efectos inhibidores sobre el ACE2 (el receptor situado en nuestras células al que se une el SARS-CoV-2 para infectarnos), así como otros mecanismos de acción que los hacen de interés para su estudio en el COVID-19 (Soleymani et al., 2022).

A la práctica: posibles ayudas en caso de infección

Quiero dejar claro que esto que voy a indicar a continuación son algunas pautas que podemos sospechar que pueden ayudar a optimizar el funcionamiento del sistema inmunitario de cara a la infección por SARS-CoV-2, según las publicaciones hasta la fecha y según mi criterio. Y todo esto teniendo en cuenta que algunos de los estudios mostrados tienen ciertas limitaciones, algunos no se han podido comparar con placebo, o algunos se han hecho en una muestra pequeña de población. Si nos infectamos del virus, lo más importante es hacer caso a nuestro cuerpo, descansar, dormir, bajar nuestro ritmo. El cuerpo necesita energía suficiente para que funcione de manera óptima el sistema inmunitario. Durante los días de infección comer suave y sano (fuera ultraprocesados) y beber líquidos saludables (agua, caldos, infusiones) que nos apetezcan. ¡Ah! y ventilar bien la casa. Por supuesto, como todos sabemos, si se presentan síntomas graves, se debe acudir a un hospital y seguir las indicaciones. A continuación indico algunos suplementos que podrían ayudar al proceso, a tomar durante unos 7-10 días, en función de la duración de los síntomas. ¡No es necesario tomar todos! Idealmente la pauta debe ser indicada por un especialista:
  • Vitamina D: 5.000 o 10.000 UI al día.
  • Omega 3: 1 g/día de mezcla de EPA y DHA. Idealmente con garantía de calidad IFOS.
  • Probióticos de calidad.
  • Glutamina: 5 g al día, 2 veces al día, fuera de las comidas.
  • Curcumina en nanopartículas o liposomada: 100-200 mg al día.
  • Melatonina: 6-10 mg al día.
  • Probablemente la vitamina C (1 g, o más, al día), también sea una ayuda (Uddin et al. 2021).

Lo que voy a comentar ahora no son suplementos, pero considero una ayuda excelente para reducir la carga viral de la cavidad bucal y nasal. ¿Cómo? Con enjuagues y lavados nasales. Recomiendo enjuagues bucales (y gárgaras) 2 veces al día (al levantarte y al acostarte) con 1 cucharada sopera de aceite de coco virgen, o de sésamo virgen, o de oliva virgen, con 2 o 3 gotas de un aceite esencial como Ravintsara, Melisa, Vetiver, Geranio o Limón (o mejor aún, alguna mezcla de varios aceites). Mantener el enjuague todo el tiempo que puedas (unos 10 min) y escupir (no tragar). Hay varios artículos que han mostrado cómo se reduce la carga viral de la boca con enjuagues con aceites esenciales diluidos (Meister et al., 2021) y cómo muchos aceites esenciales son efectivos para controlar el SARS-CoV-2 (Senthil Kumar et al. 2020; Torres Neto et al., 2021). Lavados nasales con agua con sal aplicada con una lota, 2 o más veces al día, al levantarte, al acostarte y cuando lo necesites. Puedes ver con detalle cómo hacer estos lavados en mi libro "Remedios naturales al alcance de todos", pero, si no tienes el libro te dejo un link donde también lo explican bien. Se han publicado varios estudios sobre el efecto beneficioso de los lavados nasales, como la reducción de la carga viral y el alivio de los síntomas nasales (Ramalingam et al., 2020; Yilmaz et al., 2021; Panta et al., 2021; Spinato et al., 2021). Además, después de hacerte el lavado nasal, tienes varias opciones: aplicar en las fosas nasales un nebulizador con própolis, inhalar aceites esenciales o aplicar probióticos vía nasal.

 

Posibles ayudas para favorecer la recuperación del COVID-19

  • Aceite de comino negro 500 mg, 2 veces al día.
  • Si hay pérdida del olfato: 50 mg zinc, 2 veces al día.
  • Tratar en función de síntomas, situación de cada persona, patologías previas, síntomas digestivos...
Nota: en el caso de "COVID persistente" habría que aplicar otras medidas.

Posibles ayudas preventivas

Lo más importante para fortalecer el sistema inmunitario son los hábitos de vida ¡No perdamos el foco! A través de la alimentación podemos ayudar al aporte de micronutrientes importantes para el sistema inmune: por ejemplo, tomar todos los días 2 nueces de Brasil resulta interesante por su contenido de selenio. Además, aplicar una alimentación prebiótica, con la incorporación de alimentos fermentados en la alimentación como kéfir (de cabra), kombucha o chucrut, nos ayudará a favorecer una microbiota más sana. Además, teniendo en cuenta la información que tenemos y los mecanismos de acción que conocemos, personalmente me parece sensato aportar los siguientes suplementos o ayudas con el fin de prevenir la gravedad de la infección. Dicho de otro modo, hacer que el sistema inmune trabaje todo lo mejor que pueda:
  • Vitamina D: Unos 4.000 UI al día, aunque depende de los valores que tengamos en sangre. Lo ideal es analizar y mantener niveles de vitamina D (25(OH)D3) mayores a 50 ng/ml.
  • Omega 3: 1 g/día de mezcla de EPA y DHA. Idealmente con garantía de calidad IFOS.
  • Probióticos de calidad. En el caso de que haya algún problema digestivo, empezar a mejorarlo.

También es idóneo realizar lavados nasales (link), al menos 1 vez al día, por ejemplo, al levantarte y después de algún posible contacto. Los lavados nasales con agua con sal aplicados con una lota (Jala neti) son una maravillosa práctica tradicional de la medicina Ayurvédica que nos ayuda a mantener limpias las fosas nasales. Y, después del lavado nasal, aplicar un nebulizador con própolis. Estoy segura que este artículo puede mejorar, con la ayuda o colaboración de todos. Estoy abierta al debate, sensato y coherente. Ni todo es ciencia, ni todo vale. Te leo. Gracias.

 

©2022 Lucía Redondo Cuevas. Derechos reservados.