En los últimos meses hemos asistido a una tremenda avalancha de información, más o menos veraz, sobre el peligro del aceite de palma para la salud, y sobre la necesidad de excluirlo de nuestra alimentación. Y digo yo:
¿No te parece que, una vez más, nos estamos desviando otra vez de lo verdaderamente importante? Que de nuevo estamos dirigiendo nuestra mirada hacia un único compuesto, volviendo a caer en el reduccionismo. Da igual que sean grasas trans, aceite de palma refinado, azúcar, aspartamo, ciclamato, sacarina; da igual. Crece la presión social y poco a poco la industria quita y pone otra cosa. "Un cambio" que no antepone la salud al negocio. Que no nos engañen, unas galletas sin aceite de palma son igual de malas que unas galletas con aceite de palma.
Aceite de palma: consumo vs salud
Si nos centramos en los efectos del aceite de palma en la salud: el problema del aceite de palma reside en que su proceso de refinado. Ya hablé de ello el año pasado cuando la EFSA emitió un informe sobre los contaminantes tóxicos que aparecen tras el procesado (refinado) de ACEITES, principalmente encontrados en el aceite y grasa de PALMA, así como en patatas chips, bollería y galletas.
Especial preocupación también por los alimentos infantiles que contienen estos productos. Los contaminantes tóxicos son concretamente: 3-monocloropropanodiol y 2-monocloropropanodiol (3-MCPD y 2-MCPD) libres, sus ésteres de ácidos grasos y los ésteres glicidílicos de ácidos grasos, que son compuestos considerados como posibles carcinógenos. Las grasas saturadas per se, a pesar de su mala prensa, no tienen por qué generar problemas. Tampoco el ácido palmítico, del que tanto se ha hablado a raíz del estudio sobre cáncer y metástasis.
Aceite de palma virgen
Medioambiente
Si dirigimos nuestra mirada hacía el impacto medioambiental; debemos saber que su cosecha y consumo irracional, la producción a gran escala de aceite de palma refinado, ha supuesto un grave problema de deforestación en zonas de Malasia e Indonesia.
Responsabilidad de consumo
Por último, NO, no solo es la industria la que tiene necesidad de cambiar, eres tú quien debe dar el paso realmente importante y dejar de comprar y consumir productos ultraprocesados, con o sin aceite de palma, con o sin azúcar, con o sin vitaminas, calcio, hierro y bacterias añadidas… Abandonar productos y supermercados y reencontrarnos con alimentos y mercados, ese es el cambio por tu salud y la del planeta.
También puedes escuchar la entrevista que me hicieron en COPE VALENCIA sobre este asunto y leer en Catalans, valencians i els de les illes, podeu llegir l'article del DIARI ARA on he pogut col.laborar. ©2017 Lucía Redondo Cuevas. Derechos reservados.